Convendrás conmigo en que pocas veces hemos afrontado unas elecciones tan transcendentes como las próximas generales del 20 de noviembre. No exagero en calificarlas así, pues lo son, y no solo para el PSOE, sino especialmente para España, que se juega mucho en esta excepcional ocasión.
No es ningún secreto que las expectativas que a fecha de hoy tenemos están alejadas de lo que todos desearíamos. Al margen de otras cuestiones, gobernar en tiempos de crisis siempre ha sido motivo de desgaste: lo está siendo esta vez también y lo está siendo para todos los gobiernos, sean del signo que sean.
Nuestro Partido ha encarado más de una situación realmente difícil a lo largo de sus más de 130 años de historia. Y de todas hemos salido siempre, más pronto que tarde. Y en todas esas ocasiones ha habido un elemento común que la ciudadanía ha sabido entender y reconocer: nuestro alto sentido de la responsabilidad, un valor de nuestro partido que es toda una garantía a largo plazo.
Por responsabilidad hay que entender que cada compañero y cada compañera hacen, y bien, lo que la organización y el país requieren, anteponiendo ese objetivo a cualquier otra consideración.
Es por eso que, por encima de todo interés, toca trabajar. A dos meses de las elecciones, el objetivo inmediato es constituir los Comités Electorales Comarcales y Municipales, crear y participar en los diferentes grupos de trabajo que se constituirán, entregarse en la campaña y esperar que el esfuerzo de todos se vea recompensado con una más que merecida victoria electoral, pues sin duda hay posibilidades, somos mejores que nuestros rivales políticos y podemos ir con la cabeza bien alta.
Desde el convencimiento de que tu trabajo valdrá la pena, te transmito mis ánimos, mi agradecimiento anticipado y mis más cordiales
Saludos socialistas
Me quedo con lo de ir con la cabeza bien alta. ¡Podemos!