Lo que el Ministro Wert no se ha atrevido a decir, lo ha dicho la Concejala de educación del Ayuntamiento de Marbella: “La educación pública es proteccionista y crea ciudadanos subsidiarios, débiles y dependientes” Ya sabemos la verdad. Ya sabemos a qué se debe el ataque que hoy sufre la educación pública por parte del PP.
Ya conocíamos las prácticas de la Consejera de Educación de Madrid, que con una mano cierra escuelas públicas y con la otra subvenciona a centros ultra católicos que segregan a los alumnos y a las alumnas. Ya sabemos lo que dicen y lo que hacen, lo que el Ministro Wert no se atreve a decir, lo que nos esconde. Esta es la verdad sobre la apuesta del Gobierno con su reforma educativa. No les gusta la educación pública.
Ciertamente tenemos un Ministro de Educación desacreditado, sin poder, sin idea, sin valor. El anti-ministro de educación.
El Ministro Wert no tiene autoridad política, además de no tener idea de educación, un Ministro preso por los sectores más conservadores encarnados por la Conferencia Episcopal y el “tea party” de Gallardon. Pero además, desarrollando una política mandatada por el Ministro Montoro a la medida de los intereses ultra liberales del libre mercado que todo lo soluciona. Una política de mercantilización y de ideología confesional. Todo menos educación.
Nuestro sistema educativo no necesita de una nueva Ley y mucho menos esta Ley. Lo que necesitamos es una política clara y decidida por la educación pública de calidad e inclusiva. Una política educativa que el PP ni quiere, ni puede hacer. Con esta nueva Ley la igualdad de oportunidades no es para todos, ni todos pueden tener las mismas oportunidades.
Por eso, los socialistas y las socialistas reivindicamos que frente a los recortes: más financiación. Frente a la Consejera de Madrid: más escuela pública. Frente a una reforma nacida en FAES: consenso con la comunidad educativa. Frente a una educación elitista: una educación pública inclusiva para todos y todas.
La LOMCE no está pensada para solucionar el “fracaso escolar” sino para apartar del sistema a los alumnos y alumnas que fracasan, una ley que favorece al que más puede y castiga a los que no llegan. Por eso, estamos en frente, los socialistas estaremos siempre enfrente, defendiendo una educación pública de calidad que piense en todos y todas.