El pasado 2015 ha sido un año fundamental para la cooperación al desarrollo, con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada por la Asamblea General de Naciones Unidas, el pasado 27 de Septiembre de 2015, constituye una oportunidad única para sentar las bases de una transformación global que conduzca hacia modelos de desarrollo incluyentes y sostenibles, a nivel nacional e internacional.
Los ODS suponen una nueva oportunidad para caminar hacia un mundo en el que se erradique la pobreza, las desigualdades y se minimice las vulnerabilidades de las poblaciones marginales. Una agenda que promueve el desarrollo sostenible en tres direcciones: económica, social y medioambiental. Una agenda integral e universal que nos compromete a todos.
Si queremos que esta Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible sea verdaderamente transformadora y no una mera declaración de intenciones, se hace imprescindible ponerla en marcha ya, apostando por la participación, la transparencia y la coherencia de políticas públicas de desarrollo
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible giran en torno a cinco ejes centrales: Planeta, Personas, Prosperidad, Paz y Alianzas, por lo que deben ser la guía de todas las políticas públicas de la Genertalitat, a todos los niveles y no sólo las de cooperación al desarrollo. La nueva agenda del desarrollo trasciende de la antigua lógica de cooperación Norte-Sur y debe implementarse de forma transversal y no solo sectorial
Para lograr esta coherencia es necesario partir de la premisa, desde la cooperación descentralizada como política social pública, de que la consecución de los ODS, debe contemplar los instrumentos necesarios para una adecuada identificación, seguimiento y evaluación de la políticas, planes , programas e intervenciones, promoviendo el uso y la gestión del conocimiento y la cultura de la evaluación y la transparencia, para poder avanzar en un análisis de dicha política pública que trascienda el nivel de los proyectos o actuaciones puntuales.
El proceso de construcción de los ODS se caracterizó por la participación y la generación de sinergias entre todos los actores. Esta debe de seguir siendo la guía de trabajo para su implementación en nuestra Comunidad. Los gobiernos locales tienen buena parte de las competencias a las que se interpelará para la implementación de los ODS y eso nos lleva a un ámbito donde nuestras posibilidades de incidencia y de facilitar su cumplimiento son mayores. Las ONGD, las empresas, las universidades y la ciudadanía en su conjunto son imprescindibles para lograr el cumplimiento de los ODS.
Por todo ello, bajo el principio de responsabilidad común pero diferenciada, desde la Conselleria de Transparencia, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación consideramos la necesidad de impulsar una nueva Ley de Cooperación y Desarrollo Sostenible.
Esta nueva Ley debe no solo fijar los temas, instrumentos y actores prioritarios para la Cooperación valenciana, cuyo detalle compete al Plan Director, de elaboración y alcance cuatrianual, si no también adaptar la Cooperación para el Desarrollo de la Comunitat Valenciana, a la realidad presente, mediante este nuevo texto legal del máximo rango, que permita articular los diferentes elementos que actualmente constituyen la política de la Generalitat en materia de cooperación internacional para el desarrollo sostenible, y que enmarque el conjunto de sus actuaciones para la consecución de la Agenda 2030 y que posibilite dar respuesta a los nuevos paradigmas de la cooperación internacional, y en particular a nuevas modalidades de cooperación mediante el paso de proyectos puntuales a programas de medio y largo plazo.
Construir el mundo que queremos está en nuestras manos. En la Comunidad Valenciana estamos implicados en la construcción de espacios de debate, reflexión y acción para la consecución de los ODS. La nueva Ley de Cooperación y Desarrollo Sostenible ha de suponer el impulso necesario para la territorialización de la agenda 2030 y la creación de alianzas como elemento nuclear para el cumplimiento de la voluntad común de la sociedad: eliminar la pobreza y las desigualdades.